sábado, 25 de julio de 2015

Aldford y Friedland, Los poderes de la teoría

LOS PODERES DE LA TEORIA
Robert Alford y Roger Friedland
INTRODUCCION: EL ESTADO Y LA SOCIEDAD EN LA PERSPECTIVA TEORICA

El Estado y la teoría

  El concepto moderno de Estado surge entre los siglos XIII y XVI, cuando el poder ya no se concebirá, como antes, propiedad del gobernante, sino que será la base del gobierno. Ya no será el Estado «del» gobernante, sino que el gobernante tendrá la obligación de conservar un Estado que no le pertenece como posesión personal. El Estado es más que el gobierno que circunstancialmente lo ocupe. En el siglo XVII, siguiendo a Skinner, estaban dadas las precondiciones materiales del Estado moderno: autoridad central relativamente unificada, creciente aparato burocrático y límites geográficos nacionales.
El libro de los autores busca construir una nueva teoría del Estado, partiendo de la COMBINACION DE LAS PERSPECTIVAS TEORICAS PLURALISTA (aspecto democrático del Estado), DIRIGENCIAL (aspecto burocrático) Y CLASISTA (aspecto capitalista). Hay que aclarar que la visión pluralista es la típica de las teorías liberales, con predominio en EEUU; la visión dirigencial está ejemplificada en los estudios de Weber, y la visión clasista se refiere al marxismo.

El dominio propio de cada perspectiva

  El dominio de la PERSPECTIVA PLURALISTA es la CONDUCTA POLITICA DE INDIVIDUOS Y GRUPOS, y la influencia que sus interacciones tienen sobre la toma de decisiones por parte del gobierno. Su foco empírico serán esas interacciones entre ciudadanos, funcionarios y representantes, actores visibles de la escena política, de los cuales se analizarán sus aptitudes, preferencias y recursos. El surgimiento de movimientos de masas, protestas y rebeliones muestran la falta de integración social y consenso político. Así, demasiada participación estará indicando la debilidad de las instituciones políticas. El dominio pluralista es el reino de la «POLITICA NORMAL», donde se pueden observar acciones individuales en acciones concretas. Cuando hay amplia participación política y competencia entre los grupos, y en el sistema democrático nadie tiene un peso definitivo en las decisiones, esta teoría es la más adecuada.
El dominio de la PERSPECTIVA DIRIGENCIAL son las ORGANIZACIONES, las cuales tienen un alto grado de autonomía con respecto a la sociedad y los individuos. Su foco empírico son las estructuras de esas organizaciones y la dominación de las élites que controlan las relaciones entre las mismas, para protegerse de una participación desorganizada y de los tipos de problemas que no puede manejar.
Las explosiones de participación son interpretadas aquí como la resultante de cambios temporarios en el equilibrio de poder organizacional. Cuando los límites organizacionales del Estado son claros, y las burocracias estatales poseen suficiente capacidad de control para lograr sus fines, esta es la teoría adecuada.
El dominio de la PERSPECTIVA CLASISTA se centra en la RELACION ENTRE CAPITALISMO, ESTADO Y DEMOCRACIA. El capital y el trabajo tienen interesdes contradictorios, y su estabilidad no depende del consenso social ni la legitimación estatal, sino del poder de las clases. Las explosiones de participación (en las elecciones, las fábricas o las calles) son vistas como manifestaciones de la lucha de clases. Las relaciones sociales de producción reproducen la hegemonía ideológica de la clase dominante, pero, al mismo tiempo, crea las condiciones para el cambio social. Cuando el trabajo humano es vendido a los propietarios privados de los medios de producción, los que explotan ese trabajo para acumular capital, generando una lucha de clases que influye en la política estatal, esta es la teoría más útil.

Nuestra concepción del Estado

  El ESTADO debe verse en términos de las RELACIONES CONTRADICTORIAS ENTRE SUS ASPECTOS CAPITALISTA, BUROCRATICO Y DEMOCRATICO.

El poder y las contradicciones en el Estado

Para la perspectiva PLURALISTA, el PODER es SITUACIONAL, y se mide por la INFLUENCIA que ejerce sobre la participación; para la DIRIGENCIAL, el poder es ESTRUCTURAL, observándose en la capacidad del Estado y las corporaciones para dominarse mutuamente; para la visión CLASISTA, el poder es SISTEMICO, y se deriva de las relaciones sociales de explotación. En la visión pluralista del poder como influencia (concepción unidimensional, según Lukes), todo se centra en la conducta de la toma de decisiones acerca de los problemas donde existe un conflicto observable de intereses subjetivos. La concepción bidimensional incluye el tema de los problemas (agenda) que ocupan a la dirigencia política y cómo algunos problemas son excluidos (es la concepción dirigencial del poder como dominación). La concepción tridimensional se centra en las decisiones, remarcando la manera emn que el poder se ejerce cuando no hay conflictos políticos, con el fin de beneficiar los intereses de elementos de la población que no tienen participación política. Esta visión busca mostrar cómo los deseos y percepciones de la población (conciencia política) son manipulados, de manera que sirven a otros intereses que no son los propios, porque están sometidos intelectualmente (teoría clasistam del poder como hegemonía). La realidad contemporánea aconseja utilizar los tres niveles de poder.
  Para la visión pluralista, una participación democrática moderada, en el marco del consenso política, hace gobernable a un Estado. Pero la tensión entre participación y consenso necesita de la mediación de los partidos y la conducción del gobierno, para hallar un equilibrio entre las demandas de los grupos y el interés general. Debe evitarse una participación excesiva o una quiebra del consenso. Para la visión dirigencial, lo central en el Estado moderno de la sociedad industrial es la centralización burocrática: organizaciones e intereses poderosos tratan de apoderarse del Estado, creando un conflicto entre los intereses públicos y privados. En ese conflicto entre centralización y fragmentación surgen nuevas formas «corporativas». La élite estatal debe lograr un equilibrio para coordinar las presiones hacia la centralización con las presiones de las corporaciones hacia la fragmentación. Para la visión clasista, la acumulación capitalista condiciona las políticas estatales; la lucha de clases (resistencia, protesta) desafía la hegemonía de las relaciones de producción entre el capital y el trabajo. La contradicción se da entre la acumulación de capital y la lucha de clases, y plantea el tema de la permanente posibilidad de crisis económicas y políticas. «Para todas las perspectivas, las contradicciones entre las funciones sociales y las posibilidades históricas de la acción política son acomodadas, manejadas o mediadas por la estructura del Estado. El Estado es visto como un instrumento termostático para la reproducción del orden social, como un organismo que maneja el conflicto social, o como un foco potencialmente explosivo de contradicciones sociales», dicen los autores (ver cuadro comparativo, pág. 24).

Las lógicas del capitalismo, la burocracia y la democracia

Veamos el siguiente ejemplo: en 1979 estalló un conflicto en el Departamento de Transporte de California, acerca de si debía o no volver a vender ciertas casas a ciertas personas, las cuales habían sido expropiadas de las mismas para hacerse una autopista que no se hizo. Mientras se discutía el problema, la inflación hizo subir los precios y esas personas ya no pudieron comprar las casas. El diario «Los Angeles Times» tituló: «Un barrio lucha por sus casas», reconociendo el derecho de la gente a la propiedad de las viviendas, contra la burocracia y el mercado. Es la visión donde predomina la LOGICA DE LA DEMOCRACIA.
Si el diario hubiera titulado: «Dinero público utilizado para impedir la libre competencia en el mercado inmobiliario», ese discurso implica el predominio de la LOGICA DEL CAPITALISMO. Y si dijera «Se pretende que un organismo del Estado viole la ley», estamos hablando de un discurso ligado a la LOGICA DE LA BUROCRACIA.





































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