sábado, 25 de julio de 2015

Albornoz, La ciencia y la tecnología como problema político

Albornoz, Mario

LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA COMO PROBLEMA POLÍTICO

LA BRECHA CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA ENTRE LOS PAÍSES DESARROLLADOS Y SUBDESARROLLADOS ES CADA VEZ MAYOR


            La diferencia es tan grande que hay grandes grupos capitalistas cuyas inversiones en investigación son 15 veces mayores que la de varios países latinoamericanos sumados, incluyendo los más grandes. Y lo mismo sucede con el número de investigadores: los de Alemania son más que todos los de los países iberoamericanos en su conjunto.
            Pero el PROBLEMA DEL SUBDESARROLLO no pasa sólo por tener menos o estar atrasados, sino por ausencia de coordinación, desinformación, imitación o uso de herramientas que fueron creadas para otros contextos.
            En América Latina, a pesar de todo, ha sido muy abundante la teorización en ciencia y tecnología, en especial en las décadas del ´60 y ´70. Lo que pasa es que no hay objetivos claros y faltan preguntas clave, como ¿qué relación hay entre la política general y la ciencia y la tecnología? (¿qué es politizable en ciencia y tecnología?, ¿cuáles deben ser los planes de largo plazo?, ¿cuál debe ser el papel del Estado?.

EN LA PRIMERA ETAPA, LA “ETAPA DE LA CIENCIA”, CON UNA MAYOR PRESENCIA EN EL PAÍS DE ACADÉMICOS, PREDOMINÓ LA INVESTIGACIÓN BÁSICA, CONSIDERÁNDOSE A LA TECNOLOGÍA COMO ALGO SECUNDARIO A SER “APLICADO”
           

            Es la etapa del optimismo positivista y la ciencia experimental, la idea de que el hombre experimenta con la naturaleza y ella responde. Es el momento del auge de la “comunidad científica” y de la idea de que los problemas de la ciencia sólo deben ser resueltos por los científicos.
           
EN UNA SEGUNDA ETAPA, EL ESTADO APARECIÓ COMO EL ACTOR PRINCIPAL Y LA TECNOLOGÍA PASÓ A SER EL TEMA DOMINANTE
           

SÓLO EN UN TERCER MOMENTO APARECE UN TERCER ACTOR: EL SECTOR PRODUCTIVO


Influida por el economista Schumpeter, esta visión defendió más recientemente el rol de la tecnología, en especial, la idea de la innovación, donde el sector productivo tiene un rol importante. En este sentido, en los últimos tiempos, se produce una división entre la política científica y la tecnológica.
En AMÉRICA LATINA la actividad científica comenzó en el siglo XX, destacándose el complejo biomédico impulsado por el argentino Bernardo Houssay en 1911. Houssay planteaba ya en esa época la importancia de crear una estructura científica con becas, subsidios y un sistema de dedicación exclusiva, es decir, la NECESIDAD DE UNA POLÍTICA CIENTÍFICA, planteando qué actividades deben promoverse y con qué instrumentos e instituciones. Esto era lo que los países desarrollados hacían.
El espíritu de esta primera etapa es notoriamente positivista: ve a la relación ciencia-sociedad como algo natural, donde la ciencia da a la sociedad su conocimiento, poder y bienestar. El investigador sólo está interesado en aportar conocimientos y eso lo satisface. No juega en esa época la política, porque se ve a la ciencia por fuera de la cultura particular, como algo universal, aplicable a todo tiempo y lugar y libre de las presiones culturales y políticas del momento. El científico, para esta visión, sólo debe dedicarse a investigar, sin considerar su realidad inmediata.
Con la influencia de pensadores como Schrodinger y los estudios de la CEPAL (en los años ´60 en América Latina), el panorama cambió y se abrió la SEGUNDA ETAPA, que PLANTEÓ LA IMPORTANCIA DEL PAPEL ACTIVO DEL ESTADO Y LA CONSIDERACIÓN DE LA TECNOLOGÍA COMO ALGO CLARAMENTE DIFERENCIADO DE LA CIENCIA.
Ciencia y tecnología serían ahora pares en un proceso continuo de lo abstracto y teórico a lo concreto y aplicado.

Máximo Halty: etapas del desarrollo tecnológico

  • Generación (investigación)
  • Difusión (transferencia de tecnología)
  • Aplicación (innovación técnica) del conocimiento


Aunque se comenzó a insinuar la necesidad de ligar la I-D (investigación y desarrollo) con el sector productivo, aún siguió pesando más la investigación y el rol de los científicos. Es por ello que Albornoz[1] dice que esta etapa y la anterior son de políticas de oferta de conocimiento.
Si bien Halty diferenciaba la política científica y la política tecnológica, no lo hacía de manera muy clara. Su idea del desarrollo tecnológico incluía a la ciencia, planteando que una política de desarrollo tecnológico debe incluir la promoción de la producción, difusión y aplicación nacional, y la orientación y el control selectivo en cuanto a la transferencia de tecnología.
Máximo Halty: etapas de las políticas adoptadas en américa latina

  • refuerzo de la infraestructura científica y tecnológica (equivalente a la “etapa de la ciencia”)
  • estrategia defensiva (buscando controlar la calidad de la importación de tecnologías externas)
  • desarrollo tecnológico “a la inversa” (buscando limitar la entrada de tecnología externa para aumentar el uso de tecnología local, con el fin de superar el atraso de ésta)



Con el correr de los años surgió el campo de la “POLÍTICA CIENTÍFICA”, cuerpo de conocimientos e instrumentos que buscan regular la producción, difusión y aplicación del conocimiento científico. Serán importantes los aportes de Halty, y también los de Jorge Sábato y Amílcar Herrera, con el apoyo de la OEA y la UNESCO.
La teoría de sistemas cobrará especial importancia en el análisis de la política a llevar en ciencia y tecnología. Sin embargo, se le ha criticado a este enfoque dar por sentado que en la región hay un auténtico sistema de ciencia y tecnología. En todo caso, el enfoque se preocupa por analizar las relaciones entre los elementos del sistema ciencia-tecnología, sin ver los determinantes externos (los intereses de los actores sociales, como los Estados, empresas, clases sociales, etc) de ese sistema.
En definitiva, este “enfoque de oferta” es “científico-céntrico”, es decir, no logra romper con la lógica positivista de la primera etapa “cientificista”: las necesidades sociales son consideradas un objeto, y los científicos siguen estando en el centro de la escena, acompañados ahora por los “políticos-cientificólogos”, es decir, funcionarios estatales dedicados a la temática científica.

LA TERCERA ETAPA INCORPORA AL SECTOR PRODUCTIVO, FORMANDO UN “TRIÁNGULO DE INTERACCIONES”[2] CON LOS CIENTÍFICOS Y EL GOBIERNO


            El modelo de Sábato, si bien tiene el mérito de colocar en la escena a los tres actores (superando las limitaciones de las primeras dos etapas), no explicaba correctamente las interrelaciones entre las partes, ni dejaba en claro qué sector era más importante. Además, compartía con Halty el papel central en que colocaba al Estado.
            La crisis económica mundial de 1973-74 (la “crisis del petróleo”) modificó el escenario: los países industrializados se lanzaron al desarrollo de nuevas tecnologías y a la reconversión industrial, preocupados por el avance de los nuevos países industrializados (NICS), en especial del sudeste asiático, que eran muy competitivos dado el bajísimo nivel salarial de sus trabajadores.

SE TOMÓ CONCIENCIA DE QUE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA TIENEN RACIONALIDADES DISTINTAS Y, POR ENDE, NECESITAN POLÍTICAS DIFERENTES: DE ALLÍ EL SURGIMIENTO DE LA INNOVACIÓN

SE PRODUJO ASÍ UN CAMBIO DE PERSPECTIVA, DESDE LA OFERTA (“QUÉ TENEMOS”) HACIA LA DEMANDA (“QUÉ NECESITAMOS”)


            Se retoman los análisis de Schumpeter acerca del ciclo invención-innovación y pasa al centro de la escena el “empresario innovador”.
            En la ciencia surge el concepto de “INVESTIGACIÓN ESTRATÉGICA”, que busca armonizar la investigación básica (la “ciencia pura”, diría Bunge) con los requerimientos de la economía y la producción.
            Manuel Castells analiza las relaciones entre lo público y lo privado, en cuanto a la formación de las políticas y la prioridad a otorgar a las etapas de producción y difusión del conocimiento.




















MANUEL CASTELLS: OCHO MODELOS DEL DESARROLLO TECNOLÓGICO

MODELO
EJES
ROL DEL ESTADO
EJEMPLOS
1- INNOVACIÓN EMPRESARIAL “DIVERSIFICADO”
Pequeñas y medianas empresas, centros de I-D, ingenieros, capitalistas dispuestos a asumir riesgos
Secundario, limitado a apoyos iniciales y estímulos a la iniciativa privada
Valle del Silicio en California
2- INNOVACIÓN EMPRESARIAL “CENTRALIZADO”
Grandes empresas o corporaciones a nivel internacional, planificación estratégica de la innovación
Secundario, limitado a apoyos iniciales y estímulos a la iniciativa privada

3- PROTECCIONISTA*
Protección estatal del mercado interno, promoción de exportaciones
Planificador estratégico y seleccionador de tecnologías
Japón
4- INTERVENCIONISTA*
El Estado interviene, pero hay una economía abierta
Estimulador y sostén financiero para promover la competitividad de las empresas
Francia y España
5- ESTATISTA PROTECCIONISTA
Estímulo del desarrollo tecnológico interno, con un fuerte proteccionismo
Estado fuertemente proteccionista y protagonismo de las empresas estatales en el proceso de acumulación de capital
Brasil
6- MILITAR*
Superioridad militar

Programa militar norteamericano “Guerra de las galaxias”
7- INTERGUBERNAMENTAL- interempresarial*
Desarrollo tecnológico en base a la cooperación internacional de gobiernos y empresas
Cooperación con los otros Estados, instituciones de I-D y empresas privadas
Programa EUREKA (18 países europeos)
8- DE DIFUSIÓN TECNOLÓGICA
Empresas y gobierno promueven la difusión social del cambio técnico y la incorporación de tecnologías a sectores tradicionales
Colaboración con las empresas, no tanto en función de nuevas tecnologías o investigación básica, sino de la difusión y uso de las nuevas tecnologías
Alemania e Italia


* Los nombres de estos modelos son propuestos por nosotros.


            Los dos últimos modelos son los que importarían para América Latina.









ELEMENTOS COMUNES A TODOS LOS MODELOS

  • El desarrollo tecnológico necesita vincular las actividades científicas y tecnológicas, la formación de recursos humanos, la producción y el uso social de la tecnología
  • Los modelos se diferencian en cuanto al papel asignado a la capacidad de producción de conocimiento tecnológico, no necesariamente lo basado en I-D, sino en lo relacionado con la difusión y asimilación de las nuevas tecnologías
  • Articular correctamente empresas, instituciones académicas e individuos
  • El diseño de políticas generales depende del rol asignado al Estado. Pero también es cierto que los cambios tecnológicos muy veloces dificultan la planificación
  • Se propone una concertación entre todos los actores sociales
  • La integración entre países y empresas favorece el desarrollo tecnológico



Así, en los últimos tiempos se ha tomado conciencia de que LA POLÍTICA CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA EXCEDE LO ACADÉMICO-CIENTÍFICO. Hoy se valora mucho más la existencia de una política pública en ciencia y tecnología, incluyendo el desarrollo en este sentido en las universidades y otras instituciones.

RESPONSABILIDADES DEL ESTADO EN LA POLÍTICA TECNOLÓGICA

·        Generador y difusor de tecnologías
·        Modificador de la infraestructura general ligada al sector productivo
·        Modificador de variables económicas y productivas


En cuanto a la LÓGICA DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA, Schwartzman plantea que ésta está más ligada a lo académico que a lo social. Son los científicos los que deciden la importancia de lo que investigan. Sin embargo, los resultados sociales indicarán el grado de calidad de esa investigación.

TODO AQUELLO QUE REQUIERA INTERACCIONES,  VINCULACIONES Y CONCERTACIONES ENTRE ACTORES SOCIALES ES LO “POLITIZABLE” EN LA POLÍTICA CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA







[1] Albornoz, Mario, “La ciencia y la tecnología como problema político”, en Ciapuscio, Héctor (separata), Eudeba, Buenos Aires, 2002.
[2] Concepto propuesto por Jorge Sábato.

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