sábado, 25 de julio de 2015

Aguilar Villanueva, Estado, régimen y sistema político

Aguilar Vilanueva, Luis F.

ESTADO, RÉGIMEN Y SISTEMA POLÍTICO


Se llama régimen al conjunto articulado de instituciones jurídicas que norman y regulan tanto la distribución y el ejercicio del poder estatal como la lucha por conquistarlo. Es el aspecto formal del poder

Se llama sistema al conjunto articulado de las relaciones de poder existentes. Es el aspecto funcional del poder


El Estado es la conexión entre régimen y sistema, del poder legalizado y el poder fáctico, ya que es a la vez la soberanía del poder social real y su legalización constitucional


1-     DEL ESTADO LIBERAL AL ESTADO SOCIAL

El Estado Liberal era la ampliación (ordenamiento jurídico) de la sociedad civil de mercado entre individuos privados, formalmente libres e iguales, y su condición externa de reproducción o realización (monopolio coactivo contra los infractores)


El Estado Social es una ampliación y profundización de la intervención y presencia estatal dentro de la sociedad civil de mercado, con el fin de lograr su regulación o equilibrio, mediante un conjunto de medidas tendientes a la progresiva creación de un mercado entre privados que sean cada vez más libres e iguales substancialmente


Marx muestra, por el contrario, que la desigualdad en la relación social básica la del intercambio desigual entre capital y fuerza de trabajo- es el origen de la imposible autonomía y autorregulación de lo social civil, en la medida en que de esta relación fundadora se deriva la crisis de acumulación de la sociedad y, a partir de ella, la crisis de la institucionalidad social y política. Lo que origina al Estado, para Marx, no es un contrato igualitario de naturaleza humana, sino un contrato desigual e histórico, vinculado a la producción capitalista. Pero esta visión del Estado como sociedad civil ampliada ha cambiado, apareciendo la sociedad civil como Estado ampliado.
            El Estado social o “Benefactor” ya no es el mero ordenamiento jurídico-coactivo de la sociedad civil de mercado entre individuos formalmente libres e iguales, sino que se ha transformado en organizador y administrador de la sociedad, del trabajo social, de las relaciones de producción. Así, las relaciones de producción se repolitizan.
Luego de la crisis de 1930 (crisis del liberalismo), ha ido surgiendo todo un cuerpo de administradores públicos cuyas tareas son planificar, controlar y equilibrar, compensar a los grupos sociales más débiles, expandir los servicios públicos, etc. Es el Estado de Bienestar keynesiano.

2-     LA CRISIS DEL ESTADO SOCIAL

En los años ’70 entra en crisis el Estado benefactor, a raíz de la caída del PBI, desequilibrios en las balanzas, inflación, desocupación, entre otros acontecimientos


La relación entre Estado y economía había entrado una vez más en crisis, porque el intervencionismo y la planificación estatal ya no son capaces de fundamentar el crecimiento y pacificación social. Esto es producto de un desequilibrio entre las demandas y expectativas sociales y los recursos y prestaciones estatales, entre problemas sociales y soluciones gubernamentales, entre input y output, entre producción y gobierno, mercado y política, democracia y burocracia. Se produce así una crisis de legitimación y se llega a un estado de ingobernabilidad.
            La derecha liberal plantea que hay que reducir demandas, y así se reducirá la necesidad de que el gobierno actúe, mientras que para otros autores hay que elevar, y no reducir, la capacidad de respuesta del gobierno.
Para los conservadores, el problema está en la burocracia y en la democracia, por una sobrecarga excesiva de las funciones del Estado. Es un exceso de politización.

medidas Propuestas desde la derecha para solucionar la crisis del estado benefactor
                       
·        retornar al mercado
·        reducir y despolitizar expectativas y demandas
·        reducir tareas del Estado

           
Sin embargo, la derecha olvida que fue la crisis económica e institucional del capital la que generó la crisis estatal. Para los conservadores, hay que reiniciar una despolitización de la sociedad y una reconquista de la sociedad civil de mercado.
Para Donolo y Fichera, hay una salida consistente en la variación racionalizadora, basada en la planificación tecnocrática centralizada, en el neocorporativismo.
El problema es el bajo nivel de compatibilidad, integración y agregación de las organizaciones de intereses (partidos, sindicatos, organismos empresariales), así como el bajo nivel de su participación y corresponsabilidad a nivel estatal o de gobierno político.

El neocorporativismo se basa en un entendimiento triangular o pacto social entre sindicatos, partidos, empresariado y Estado


Así, un sindicato puede prometer no hacer huelgas a cambio de la garantía de un salario mínimo. Es una gestión casi colegial, donde el Estado es el garante de las reglas de juego.
            La variante de izquierda, de inspiración marxista y con base en la tradición del movimiento obrero, ubica la ingobernabilidad del Estado no en él mismo, ni en su régimen-sistema político, sino en la estructura capitalista de la producción social.
El capitalismo llega a las crisis por su propia naturaleza: de la crisis económica a la crisis fiscal, a la crisis de racionalización y a la crisis de legitimación. La izquierda plantea como salida la politización de los problemas y la planificación.

3- ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA CRISIS-SOLUCIÓN

            La solución es muy compleja porque la sociedad de hoy lo es: una estructura muy diferenciada, altamente organizada e interdependiente, con pluralismo de intereses. Todo esto dominado por el proceso de producción-acumulación social y todo el proceso de la integración-institucionalización social. Tales problemas son expresión de las correlaciones de poder centrales de una sociedad. Precisamente por esto son irresolubles sin la intervención estatal.
La posibilidad de elevar la capacidad de gobierno político está sujeta a dos límites: un déficit de racionalidad y de orientación a largo plazo y un déficit de consenso e integración. Toda posición proestatal debe tomar conciencia de que se tratará de una racionalidad limitada.
Habrá siempre un déficit político-estructural prácticamente insuperable: no se puede representar en un modelo de optimización decisional la estructura política de las democracias pluralistas que, en lugar de un decisor único y soberano, implican una pluralidad de participantes con diferentes potenciales de poder, con sus propios intereses, razón por la cual la decisión aparece más como un resultado derivado de la interacción de una multiplicidad de actores que no como una decisión racional.
Hay que tomar en cuenta todos los elementos: la decisión política, los intereses de clase, la lógica de la acumulación, entre otras variables, sin hacer referencia privilegiada a uno de esos subsistemas con exclusión de los otros.



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