Abdala, Roberto
NEUROCIENCIA Y PSICOANÁLISIS
La
evolución científica de los últimos 30 años
1982: Engel propuso el modelo
BIOPSICOSOCIAL, en el que se integran los factores biológicos y psicosociales
tanto para confeccionar el diagnóstico como para planear el tratamiento.
HASTA FINES DE LOS SESENTAS EL PSICOANÁLISIS
PREDOMINABA POR SOBRE LA BIOLOGÍA. HOY (ANTE LOS DESCUBRIMIENTOS DE LAS
NEUROCIENCIAS) EL RIESGO ES QUE LA BIOLOGÍA DOMINE TODO EL TERRENO DIAGNÓSTICO
Y TERAPÉUTICO
La
experiencia subjetiva, los procesos intersubjetivos y el autoconocimiento,
quedan fuera del campo de la biología y no obstante, de acuerdo con Gabbard,
deben ser parte del estudio psiquiatrico.
“MENTE Y CEREBRO NO PUEDEN
INTEGRARSE NI SEPARARSE COMPLETAMENTE” SLAVNEY
El
cerebro es la masa física de neuronas que tenemos en la cabeza. La mente, en
cambio, es inmaterial. “El problema mente-cuerpo” surge ante la pregunta ¿cómo
domina al cuerpo que es material una mente inmaterial? ¿O es que el cuerpo
domina a la mente? En cualquiera de los dos casos, es un misterio cómo podrían
establecer relaciones de causa-efecto dos cosas de naturaleza tan diferente.
Hay
un acuerdo en que hay algún tipo de correlación entre mente y cuerpo (mi mente
siente deseos de comer cuando mi estómago está vacío; cuando estoy triste caen
lágrimas de mis ojos; etc.) pero no está para nada claro qué significa esta
correlación.
Los
REDUCCIONISTAS BIOLÓGICOS dicen que en realidad sólo hay cuerpo, y que los
conceptos que refieren a estados mentales son “maneras de hablar” que resumen
lo que en definitiva no es sino un estado del cuerpo. Por ejemplo, la tristeza
en realidad no sería más que la falta de serotonina combinada con algunas otras
cosas, entre ellas, una organización de los músculos del cuerpo y de la
conducta que es lo que nos permite saber que alguien está triste con sólo
verlo. Tanto el sentimiento de tristeza como sus causas se reduce a cuestiones
materiales, físicas.
Si
se acepta que tanto la mente como el cuerpo tienen realidad, se trata de un
DUALISMO, porque se acepta que existen cosas de dos naturalezas diferentes, o
dicho de otro modo, se aceptan dos tipos de SUSTANCIAS. Si se acepta que sólo
hay materia, sustancia material, se adhiere al MATERIALISMO.
PARA WILLIAM JAMES, LA CONCIENCIA DEBE SER ENTENDIDA
COMO UN PROCESO, NO COMO UNA SUSTANCIA
La
teoría darwiniana del sistema nervioso es materialista. Edelman actualizó estas
ideas y Modell, siguiendo estas ideas, sostiene que el mapa neuronal son
sistemas simbólicos que reflejan cómo se fue creando el “self” (yo) por medio
de la internalización de la experiencia.
EDELSON DICE QUE EL PROBLEMA MENTE-CUERPO ES UNA
CUESTIÓN METAFÍSICA Y QUE EN CONSECUENCIA NO PUEDE SER RESUELTA MEDIANTE LA OBTENCIÓN
DE DATOS EMPÍRICOS
Edelson
considera que es más útil considerar el problema mente-cuerpo, no como un
problema sobre la realidad última (metafísico) sino como el problema de
reconciliar dos disciplinas cuyos objetos son y no son distintos: las teorías
de la neurociencia y las teorías sobre de la mente, como el psicoanálisis.
Para
él no puede reducirse lo mental a lo físico, no puede reducirse el
psicoanálisis a la neurociencia, porque incluye representaciones simbólicas del
self y de los otros.
NO TODO MATERIALISMO ES REDUCTIVO
Esto
significa que hay autores que, si bien consideran lo mental puede ser concebido
como la ACTIVIDAD DEL CEREBRO (materialismo), esto no elimina la importancia de
las teorías sobre lo mental, que no pueden ser reemplazadas por la neurociencia
de manera exhaustiva.
Un
ejemplo de esto es Searle, para quien la conciencia implica un estado
SUBJETIVO, esto es, está en el dominio de los fenómenos en primera persona y
por ello no se la puede comprender mediante la ciencia experimental cuyos
juicios se formulan siempre en tercera persona.
PARA MCGINN, NO SE PUEDE RESOLVER EL PROBLEMA
MENTE-CUERPO PORQUE NO PODEMOS TENER PERCEPCIONES DE LO MENTAL
La
década del cerebro
FALSAS DICOTOMÍAS
(SEGÚN ABDALA):
ü
MENTE-CUERPO
ü
PSICOFÁRMACOS-PSICOTERAPIA[1]
ü
GENES-AMBIENTE[2]
Se trata de falsas dicotomías porque la
psicoterapia afecta el cerebro del mismo modo en que los psicofármacos afectan
la mente.
El autor sostiene que “El cerebro es parte
del cuerpo y lo mental es el producto de la actividad que ocurre en el cerebro
a nivel molecular, celular y anatómico.” Pero,
SI SE CONSIDERA QUE TODA ENFERMEDAD ES CEREBRAL DE
DESHUMANIZA LA ENFERMEDAD. CADA PERSONA NECESITA UN TRATAMIENTO EN EL QUE SUS
SÍNTOMAS SEAN EVALUADOS DENTRO DE SU CONTEXTO PERSONAL, SOCIAL, AFECTIVO,
ECONÓMICO
La esencia de la terapia es ayudar
a que las personas modifiquen sus creencias, sentimientos y conductas. El éxito
de cualquier terapia produce cambios en la plasticidad cerebral.
PLASTICIDAD CEREBRAL: EL CEREBRO ESTÁ SIEMPRE EN UN
ESTADO DE CAMBIO DINÁMICO COMO CONSECUENCIA DE LA EXPERIENCIA (MENTAL)
Psicoterapia
vs. psicofármacos
Cualquiera
de los dos tratamientos opera, en última instancia, de la misma manera:
modifican funciones mentales al modificar funciones cerebrales.
Eric
Kandel, Premio Nobel 2000, demostró que el aprendizaje se debe a la
AMPLIFICACIÓN DE LA SINAPSIS entre neuronas SENSORIALES y neuronas MOTORAS que
activan grupos musculares vinculados al
reflejo de protección. Aquí se trata de MEMORIA A CORTO PLAZO.
En
cambio, la MEMORIA A LARGO PLAZO necesita la activación de información genética
que determina la producción de PROTEÍNAS. Estas proteínas conducen a un
incremento duradero de la función sináptica. La psicoterapia actúa en este
campo.
Genes
vs. ambiente
Por
lo general, se considera la influencia de los genes como algo físico mientras
el ambiente es tenido por un estímulo del orden de lo psíquico o mental, “menos
real”. Pero:
SON POCAS LAS ENFERMEDADES HUMANAS QUE NO SUPONEN
UNA INFLUENCIA DEL AMBIENTE, SINO SÓLO UNA DETERMINACIÓN GENÉTICA
Andreasen,
en su artículo “La plasticidad genética nos libera del determinismo genético”,
sostiene que la influencia de los genes responde a estímulos del ambiente, de
modo que tal influencia no está determinada desde el nacimiento sino que por el
contrario, es fruto del entorno (podría decirse que hay una “dialéctica” entre
genes y ambiente, y no una dicotomía).
La
secuencia genética no se altera por las experiencias del entorno.[3] Pero la FUNCIÓN
TRANSCRIPCIONAL de los genes (que le permite a un gen “mandar a hacer” tal o
cual proteína en un determinado momento) es una respuesta a los factores del
entorno.
NO PUEDE PENSARSE EN ETIOLOGÍAS DE CARÁCTER
HEREDITARIO PARA EXPLICAR LOS CUADROS PSIQUIÁTRICOS
La
ETIOLOGÍA es una disciplina o discurso que establece las causas de un fenómeno
(en medicina, se trata de las causas de las enfermedades). Lo que está diciendo
el autor es que ningún fenómeno psiquiátrico tiene como única causa a factores
genéticos hereditarios.
Una
prueba de esto son los casos de gemelos idénticos (misma secuencia genética)
que no presentan las mismas enfermedades (como, por ejemplo, la esquizofrenia).
“LAS CÉLULAS QUE DISPARAN JUNTAS
SINTONIZAN JUNTAS”
Una
madre con poca sintonía afectiva puede modificar la maduración del sistema
córtico-límbico, cuyo desarrollo se remonta a los dos primeros años de vida.
Esto puede traer como consecuencia problemas en la captación del estado
afectivo del otro.
Los
neurotransmisores
SE HA DEMOSTRADO QUE EL AMBIENTE INFLUYE
PROFUNDAMENTE EN EL SISTEMA NERVIOSO DE SERES INFERIORES
Por
ejemplo, la respuesta a la serotonina difiere según el estatus social del
molusco: el mismo NEUROTRANSMISOR produce un efecto de descarga neuronal en un
molusco dominante, que está ausente cuando el molusco es subordinado (sólo el
primero tiene la RESPUESTA REFLEJA de mover la cola, que le sirve para la lucha
y la huida).
Otro
ejemplo: los monos separados de sus madres durante la infancia manifestaban
anormalidades frente a situaciones estresantes. También manifiestan diferencias
los monos según sus madres fueran biológicas o adoptivas: tenían distintas
concentraciones de los mismos neurotransmisores. Las madres adoptivas eran
menos efectivas a la hora de disminuir su temor a las exploraciones (estos
monitos tenían más concentración de noradrenalina). Aunque la vulnerabilidad
disminuía cuando “la adopción se llevaba a cabo por madres excepcionalmente
dotadas para la crianza.”
También
se presentan diferencias entre monos criados por madres ansiosas y otros
criados por madres normales.
LOS MONOS HIJOS A CARGO DE MADRES ANSIOSAS MUESTRAN
EN LA ADOLESCENCIA DIFICULTADES EN LA INTERACCIÓN SOCIAL Y EN LA CONDUCTA
SUBORDINADA
Este
dato coincide con la idea psicoanalítica de que un trauma en la infancia trae
efectos psicopatológicos mucho tiempo después.
Se
han hecho estudios que muestran que pacientes con estrés postraumático con
abuso infantil físico y sexual tienen el hipocampo más chico en volumen que
sujetos de control (esto es, sujetos que no presentan ese trauma infantil).
Estos
ejemplos permiten hacer la siguiente consideración:
ü
VULNERABILIDAD GENÉTICO CONSTITUCIONAL Y
ü
FACTORES DE ESTRÉS AMBIENTAL QUE LA ACTIVAN
Kendler
mostró esto, en un estudio con 680 mujeres gemelas con tendencia a la
depresión: el estrés reciente era un factor determinante (no sólo el factor
genético). Un tercio de las que desarrollaron depresión luego del estrés, eran
personas que se exponían a situaciones de alto riesgo.
[1] Esta “falsa dicotomía” es
un tópico de discusión siempre presente en la comunidad terapéutica. Lo que se
discute en este ámbito no es tanto el problema metafísico de “cuál es la
realidad última” sino algo mucho más concreto: cuál es el mejor tratamiento. En
Estados Unidos, cuna del conductismo y de su heredera la neurociencia, la
práctica tiende a medicar casi todo tipo de malestar psicológico. En Buenos
Aires, en cambio, hay mayor propensión a la terapia sin psicofármacos, pero la
discusión sigue siempre en pie. Lo que se discute es nada menos que el
tratamiento, cuando un error en el tratamiento puede desencadenar trastornos
ulteriores de mayor envergadura. Como dice Foucault, la comunidad de
psicoterapeutas decide quién está
enfermo y quién es “normal”. Esto puede
ilustrarse con un ejemplo: si una persona está deprimida porque le ha ocurrido
algo grave, como el desempleo o la pérdida de un ser querido, su terapeuta
puede optar entre medicarlo, y así romper la relación entre lo ocurrido y la
depresión, o bien hacer un tratamiento verbal y que el paciente mismo trate de
resolver esta relación, lo cual va a implicar que modifique su visión del
asunto activamente. Son dos formas diferentes por las cuales el terapeuta
ejerce una influencia cultural o ideológica sobre su paciente. Habría que
pensar, por ejemplo, si hay alguna relación entre la ideología norteamericana y
la terapia que propone.
[2] Esta otra “falsa
dicotomía” tiene un papel central en el racismo. Por ejemplo, los nazis
exterminaron a los judíos con el argumento de que había algo “malo” en sus
genes.
[3] Sostener lo contrario
sería adherir a la teoría de Lamark según la cual las jirafas desarrollaron un
cuello largo para poder comer las hojas de los árboles (en contra de la teoría
de Darwin que dice que los animales que nacen con características que les
obstaculizan la alimentación no pueden modificar su estructura fisiológica y
sencillamente mueren de hambre sin dejar descendencia).
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