sábado, 25 de julio de 2015

Abal Medina y Barroetaveña, El Estado

Abal Medina, Juan Manuel y Barroetaveña, Matías


EL ESTADO


1. El Estado


                El Estado sería la forma política originada en Europa entre los siglos XIII y XIX.

CARACTERÍSTICAS DEL ESTADO MODERNO


·          Soberanía (único poder sobre la población)
·          Territorio (control sobre cierta zona)
·          Aparato administrativo burocrático (cuyas jerarquías sostienen a la cima del poder, de carácter no burocrático)
·          Sistema estatal (a diferencia de los imperios, reconoce la existencia de un sistema de Estados)
·          Centralización del poder
·          Impersonalidad del mando y
·          Secularización (no sometimiento al poder religioso)


OSZLAK: CONDICIONES O CAPACIDADES DEL ESTADO



·          Institucionalizar su autoridad (monopolio de la violencia)
·          Diversificar su control (creación de instituciones que sean obedecidas)
·          Internalizar una identidad colectiva (identidad nacional, control ideológico, marco común de referencia)
·          Externalizar su poder (ser reconocido por los demás Estados)



                El origen de los Estados estaría dado por el momento en que los príncipes buscan independizarse en su poder, centralizando la administración (formación de una burocracia estable) y el cobro de impuestos.
                Los elementos del Estado Moderno, según Weber, son el control de un territorio, el monopolio de la fuerza, la expropiación de los medios de administración (que ya no pertenecerán, como en el feudalismo, a los funcionarios), una burocracia profesional (civil y militar) y el derecho racional.





Hay una íntima relación entre el Estado moderno y el capitalismo


Weber dice que hay tres motivos de obediencia, que son las costumbres, la gracia personal del gobernante y la ley, dando origen a los tipos de dominación (tradicional, carismática y legal).
                Se consolidó la idea de que lo social y lo político son una creación artificial y no algo dado. Se pensó en que la legitimidad tiene que ver con el título del poder (lo contrario es el poder de hecho), y que la legalidad es el ejercicio del poder (y su contrario, el poder arbitrario).

1.1 El Estado absolutista

               
                Entre los siglos XII y XIX caen los regímenes feudales y surgen los Estados modernos. En el feudalismo no había Estado en el sentido actual, ya que había un Señor feudal que tenía en sus manos el uso de la violencia y el cobro de impuestos, ofreciendo protección a los vasallos a cambio de obediencia y beneficios económicos.
                Con la destrucción de las ciudades-Estado, entre los siglos XVI y XVII la monarquía absoluta se convierte en predominante. En la Edad Media no había mucho comercio ni uso de la moneda. Pero luego el comercio creció, por lo que los comerciantes reclamaron a los reyes protección frente a la persecución de los nobles.


La burguesía encontró protección en las monarquías absolutas, y éstas lograron en aquellas una fuente de financiamiento, evitando los controles de la nobleza y la Iglesia, que se debilitaron


Así, Schiera define al Estado moderno como el paso del “señorío terreno” a la “soberanía territorial”. Ejemplos: los Reyes Católicos de España, Enrique VIII en Inglaterra y Luis XIV en Francia (quien dijera “el Estado soy yo”).
                La monarquía absoluta se apoyaba en un origen divino, y el rey sólo respondía por sus actos ante Dios.


HOBBES (1588-1679) es el sostén teórico de la monarquía absoluta: nos habla de un “estado de naturaleza” donde los hombres, egoístas e irracionales, se matan unos a otros para satisfacer sus deseos, llevando a una “guerra de todos contra todos”


                Hobbes vivió en una época en que Inglaterra estaba en guerra civil, por lo que su hipotético “estado de naturaleza” se parecía a esa situación. Para salir de esa inseguridad, los hombres pactan, a través de un contrato, cediendo todos sus derechos en un soberano, el Leviatán (el Estado del monarca absoluto) al llegar a la conclusión de que sólo así se podrá tener paz y orden.
                Hobbes es liberal, porque habla de individuos libres e iguales que pactan la creación de una sociedad, pero no es liberal en el sentido de que da al Estado poderes ilimitados, aún cuando reconocía a la sociedad civil como la esfera de lo privado.

1.2 El Estado liberal

               
                El liberalismo cuestiona el poder absoluto (y su raíz religiosa), y plantea restringir los poderes del Estado, defendiendo la tolerancia y el respeto por la vida privada, especialmente del mercado, la competencia y la propiedad privada.
                Cuando la burguesía se consolidó, ya no necesitó de la protección estatal y por ello atacó el excesivo intervencionismo de éste (que en esa época impulsaba a través de mercantilismo).
                Las teorías del CONSTITUCIONALISMO impulsaron la división de poderes, para que el Estado (poder ejecutivo) tenga límites en las leyes (poderes legislativo y judicial).
Locke (1632-1704), planteó el ideal burgués de armonía, paz y seguridad. Para Locke, el “estado de naturaleza” era pacífico y en éste ya existía la propiedad privada, considerada un derecho natural.


El estado de derecho se consolidó cuando la burguesía controló al parlamento (monarquía constitucional)


                La consolidación del capitalismo fue separando la esfera política (Estado) de lo social (mercado, sociedad civil). El Estado nacional ya no se basará en corporaciones, grupos ni estamentos, sino en ciudadanos.
                Las revoluciones burguesas cuestionarán al príncipe (depositario del poder), pero no al Estado.  La sociedad es concebida como una suma de individuos libres que compiten por su bienestar en el mercado, con una democracia restringida (sólo votan los propietarios).
                El Estado sólo garantiza reglas de juego, pero la Mano Invisible del mercado autorregula a la sociedad. El hombre egoísta, al buscar su propio beneficio, logra el bienestar general. El Estado sí tendrá un papel activo en algunas funciones (infraestructura, apertura de nuevos mercados, colonización, etc.)

1.3 El Estado de Bienestar

               
                Primero hay que diferenciar el EB (Estado de bienestar) del EK (Estado keynesiano). El keynesianismo rompió con el liberalismo, tras la crisis del  ‘30, mientras que el EB existía desde mucho antes. Además, éste tenía motivaciones socio-políticas, mientras que el EK las tenía más económicas. El EB es más rígido, el EK más flexible, el EB actúa sobre la distribución de los recursos, el EK sobre la inversión y la producción.
                En el siglo XIX, la sociedad capitalista era terriblemente desigual, lo cual generó un aumento de los conflictos sociales y revoluciones. En Alemania, el canciller von Bismarck implantó el seguro social para el asalariado, mientras que en Inglaterra, ya en 1832, se había ampliado el voto, ligado al nacimiento de partidos políticos modernos.
                El EB planteó brindar protección a los más débiles. El EK surge con la crisis del ‘30 y se consolida desde 1945. Su objetivo central es evitar nuevas crisis a través del uso de los recursos fiscales, la emisión de moneda y el crédito, aumentando el empleo y los salarios, para generar consumo.


El EBK (forma keynesiana del EB) elimina el laisez faire liberal, impone una economía mixta, y somete la lógica individual del mercado a lógica de la colectividad, pasando del capitalismo individualista al capitalismo organizado


El estado es el motor de la economía, aumentando sus gastos, generando empleos, dando servicios en educación, vivienda y salud, y con un sistema progresivo de impuestos (pagan más los que más tienen).
                Además, se reconoció el papel de los sindicatos quienes, junto a los empresarios, pactarían las condiciones generales, logrando la pacificación del sistema limitando la lucha de clases.
                En los ‘70, el EB entró en una crisis de productividad, con recesión e inflación (crisis del petróleo). A diferencia de los ‘30 (crisis de sobreacumulación), O’ Connor dice que la del ‘70 es una crisis de acumulación. Además, el gasto social del Estado había sido financiado por los propios trabajadores. 
                Para la derecha liberal, el problema del EB había sido que las leyes laborales desalentaban al trabajo y a la inversión, además de que las excesivas demandas de la sociedad generaban en el Estado una crisis de gobernabilidad.
                Para salir de eso se proponen privatizaciones y reducción de los gastos y la intervención del Estado. Luego de la crisis del EB, no surgió ninguna alternativa que permita unir legitimidad con efectividad.

 

 



2. Sistemática del Estado

2.1. Marco teórico: neoinstitucionalismo y enfoque sistémico

La relación Estado y mercado: una perspectiva teórica

            Gustavo Caponi plantea que EL ESTADO Y EL MERCADO TIENEN LA CARACTERÍSTICA DE LA NO OSTENSIBILIDAD, es decir que no están situados espacialmente en un lugar físico determinado y por ende no son “señalables”[1].
            Según los autores, “Ni el Estado ni el mercado poseen vida propia, son construcciones teóricas que tipologizan una relación social, son instituciones”.
                De acuerdo con Agulla, “toda sociedad es un conjunto de diferencias y desigualdades”, lo que implica una relación de poder: EL PODER ES UNA RELACIÓN SOCIAL ENTRE DESIGUALES.
                Bobbio plantea tres formas de poder:

ü        ECONÓMICO à utiliza la posesión de ciertos bienes para inducir a la ejecución de cierto trabajo, dividiendo a la sociedad en ricos y pobres
ü        IDEOLÓGICO à se basa en la influencia que las ideas emitidas por una persona con cierta autoridad tienen sobre la conducta de los asociados, partiendo a la sociedad entre CONOCEDORES E IGNORANTES
ü        POLÍTICO à se basa en la fuerza física, el poder coactivo, configurando una sociedad con FUERTES Y DÉBILES

                Se comete un error si se pretende abordar al Estado o al mercado de una manera independiente, cayéndose en el economicismo (cuando se privilegia al mercado y su homo economicus u hombre económico perfectamente racional) o en el juridicismo (cuando se prioriza al Estado en tanto orden de normas).


TANTO EL ESTADO COMO EL MERCADO SON ÁMBITOS DONDE SE DESARROLLAN RELACIONES SOCIALES DE PODER


                El capitalismo depende de un orden impuesto por un poder coactivo (el Estado) que le permita y garantice la realización de transacciones económicas (mercado).






EL ESTADO MODERNO, SUS LEYES Y SU FUERZA DE POLICÍA CUMPLE LA TAREA DE GARANTIZAR AL CAPITALISMO SU FUNCIONAMIENTO
               

                No es cierto que un campo absorba al otro: cae en el economicismo quien plantea que la política (el Estado) se somete a la estructura económica. Según los autores, Marx incurriría en ese error cuando planteó que el Estado “no es más que la forma de organización (…) que los burgueses se dan (…) para garantizar (…) sus propiedades y sus intereses”[2].
                Para Abal Medina y Barroetaveña, el Estado no es un instrumento de dominación de la burguesía sino “LA ORGANIZACIÓN GLOBAL DE LA SOCIEDAD EN CUYO SENO SE PRODUCEN LOS CONFLICTOS ENTRE GRUPOS”[3].
                Por eso estos autores, reivindican una visión de la relación entre Estado y mercado desde Weber: LA POLÍTICA Y LA ECONOMÍA SON ÁMBITOS DE CONFLICTOS SOBRE LA BASE DE LA ACCIÓN COMO ORDENAMIENTO RACIONAL, en “una acción en donde el sentido mentado por su sujeto está referido a la conducta de otros” y la ética aparece como la parte que orienta a la acción de acuerdo con el arreglo a ciertos valores.
                La ECONOMÍA, desde esta perspectiva, tendría una dinámica pragmática, con una conducta centrada en la búsqueda del máximo provecho individual posible y con una ética de mercado.
                La política, en cambio, tendría una DINÁMICA REALISTA, con acciones que parten de una situación determinada y que se apoyan en una ÉTICA PÚBLICA, persiguiendo la toma de decisiones que beneficien al conjunto de la sociedad por medio de normas[4].


LAS CONTRADICCIONES ENTRE ESTADO Y MERCADO SE ORIGINAN, PARA ESTOS AUTORES, EN SUS DINÁMICAS Y ÉTICAS DISTINTAS QUE GUÍAN LAS ACCIONES SOCIALES DE LOS RESPECTIVOS ACTORES ECONÓMICOS Y POLÍTICOS


                De modo que el énfasis no está puesto en las contradicciones entre Estado-mercado sino en los motivos de esas contradicciones.
                Es normal que los actores económicos presionen al Estado motivados por su ética de maximización, con el fin de obtener mayores ganancias; esto no es necesariamente conflictivo para la sociedad.
                ¿Cuándo se produce, entonces, conflicto?: cuando el Estado, que depende del éxito del capitalismo para su propia reproducción, genera o cambia normas que afectan a toda la sociedad en pos de ese interés capitalista. A la inversa, también habrá conflicto si el Estado genera o modifica normas que afecten la maximización de ganancias, lo cual perturbará a la economía.


EL ESTADO CAPITALISTA ES AQUEL QUE RECONOCE UN MERCADO


                Según JASAY este Estado capitalista pedirá al ciudadano que haga cosas desagradables cuantas más cosas agradables los ciudadanos le reclamen que haga al Estado.
                En tanto que Ludwig von Mises a la economía de mercado como aquel “sistema social de división del trabajo basado en la propiedad privada de los medios de producción”, donde cada uno, al defender su propio interés, satisface la necesidad de los demás, y todo ello sin que exista ninguna compulsión ni coacción, ya que el Estado no interfiere o sólo lo hace para evitar que se altere el normal funcionamiento del mercado.

PARA EL LIBERAL VON MISES, EL ESTADO ES UN GUARDIÁN DEL MERCADO, UN ESTADO MÍNIMO. TODA PLANIFICACIÓN ESTATAL DE LA ECONOMÍA PERTURBA EL CÁLCULO ECONÓMICO Y LLEVA AL CAOS

PARA EL MARXISMO, POR EL CONTRARIO, LAS CRISIS Y LAS CONTRADICCIONES SOCIALES SE PRODUCEN PORQUE EL ESTADO ESTÁ DOMINADO POR LA CLASE PROPIETARIA DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN. EL MERCADO ES UN ORDEN INJUSTO QUE GARANTIZA EL DOMINIO DE UNA MINORÍA SOBRE LÑA MAYORÍA[5]
               
                Como dice Göran Therborn, “Cuando afirmamos que una clase tiene el poder, lo que queremos decir es que lo que se hace a través del Estado incide de manera positiva sobre la (re) producción del modo de producción del que la clase en cuestión es el portador dominante”.
                Según los autores, ambas perspectivas son ingenuas. Veamos por qué.
                Los liberales ignoran las relaciones de poder existentes en el mercado, reduciendo todo a acciones individuales centradas en un cálculo racional costo-beneficio, en una praxeología o ciencia de la acción humana pseudocientífica.
                Las visiones marxistas “ortodoxas” ignoran, siempre según estos autores, que el Estado no puede sostenerse por la mera fuerza o coerción o solamente sobre la base del consenso.

3. Estado y mercado: las etapas de una relación

                La “incertidumbre” que siguió a los años de la Primera Guerra Mundial puso en cuestionamiento a la economía clásica; LA CRISIS DEL 30 MOSTRÓ LA FRAGILIDAD DEL MODELO LIBERAL: el aumento del desempleo, la caída de las bolsas y el derrumbe del nivel de vida demostraban que no resultaba cierto que la mano invisible del mercado mantuviera el equilibrio social.
                Los economistas partidarios de Keynes plantearon el llamado Estado de Bienestar, que propugnó la intervención del Estado en la economía para corregir sus fallas, pero manteniendo el derecho a la propiedad privada de las empresas.
                Según Abal Medina y Barroetaveña, “Los marxistas (…) propugnaban una participación del Estado en la economía a los efectos de utilizar el poder político en la desarticulación de las relaciones capitalistas”[6], donde la política aparece como el arma principal de la clase oprimida para llegar a la libertad.


Los keynesianos no buscaban desarticular la economía capitalista sino mejorar su funcionamiento

para ello, la política del estado para elevar el empleo sería clave


                Según los liberales, el desempleo se producía porque los salarios eran demasiado altos en relación con el rendimiento del trabajo, mientras que PARA KEYNES LA DESOCUPACIÓN ES CAUSADA POR LA DEMANDA INSUFICIENTE, insuficiencia que se origina en el ahorro. Y si la crisis se origina en la demanda, EL ESTADO DEBE IMPULSAR LA REACTIVACIÓN creando puestos de trabajo estatales, aumentando los ingresos de los trabajadores para que consuman y pueda sostenerse la producción.
                El problema era que para solventar todos esos gastos, el Estado necesitaba recaudar y la recesión lo impedía. Entonces, a falta de una buena recaudación de impuestos EL ESTADO APELÓ A LA EMISIÓN DE MONEDA. La inflación que esa emisión produciría, decían los keynesianos, sería compensada con el crecimiento económico generado.
4. El Estado de Bienestar y la institucionalización de una relación: esplendor y crisis

                Aunque el Estado de Bienestar surgió con el New Deal (EE.UU., 1933) y el Informe Beveridge (1942), se expandió tras la Segunda Guerra Mundial como reacción del capitalismo frente al avance de la Unión Soviética, que se había expandido a la mitad de Europa.
                Dicen los autores respecto de la URSS que “Los postulados de su ideología basada en el pensamiento de Marx y Engels enfrentaban al capitalismo, instigando a las clases obreras a una revolución en contra de las democracias occidentales”[7].
                Ante la URSS se erigió el PLAN MARSHALL, reconstrucción de las economías europeas a partir de la entrada de dólares estadounidenses. Por otra parte, el Estado en las democracias occidentales ocupará el rol de garante de la participación de los ciudadanos.

Estado de Bienestar: SUS ORÍGENES
A FINES DEL Siglo xix Y PRINCIPIOS DEL Siglo XX

ü        Seguros de accidentes, Alemania 1871
ü        Programas de salud, Alemania 1883
ü        Pensiones, Alemania 1889
ü        Pensiones, Dinamarca 1891
ü        Pensiones, Francia 1895
ü        Programa de desempleo, Francia 1905
               

                La diferencia se dio en el hecho de que, mientras que en esos casos los recursos estatales provinieron del cobro de impuestos, en el caso del Estado de Bienestar Keynesiano se apeló al gasto público y la emisión.

EL ESTADO DE BIENESTAR NO SE PROPUSO REEMPLAZAR AL MERCADO SINO CORREGIRLO


                En la primera mitad del siglo XX el capitalismo había sido duramente criticado por el marxismo, que lo describía como injusto, al estar basado en la explotación de los trabajadores (el proletariado) por parte de los propietarios de los medios de producción (la burguesía). Por su parte, los regímenes fascistas y nacionalsocialistas atacaban a la democracia[8].
                Como reacción frente a estos cuestionamientos, entre 1945-1975 el Estado de Bienestar se amplió notablemente, sobre la base de la participación de los ciudadanos, la expansión de los beneficios otorgados, la política sustentada en consensos y acuerdos, una economía mixta, seguridad social, crecimiento económico y pleno empleo, en lo que se dio en llamar la “EDAD DE ORO” DEL Estado de Bienestar.
                Se produjo el llamado CONSENSO DE POSGUERRA, un acuerdo entre los partidos políticos y las clases de los países capitalistas desarrollados. El contexto de este pacto era la GUERRA FRÍA, las guerras localizadas en el Tercer Mundo, el Mayo Francés, etc.

ESPING-ANDERSEN: MODELOS DE Estado de Bienestar

ü        ESCANDINAVO à concede derechos universales aunque adaptados a los gustos y expectativas de las clases medias
ü        anglosajón à organizado con un modelo residual de Estado de Bienestar, dado que las clases medias no fueron aquí atraídas por el Estado en perjuicio del mercado. Consecuencia: un modelo dualista, por el cual el Estado de Bienestar atiende centralmente a la clase obrera y a los pobres
ü        EUROPA CONTINENTAL à modelado como el primer modelo por las nuevas clases medias, pero con una orientación más conservadora
               

EL AUGE DEL ESTADO DE BIENESTAR O WELFARE STATE DURÓ ALGO MÁS DE DOS DÉCADAS, HASTA QUE EL MERCADO COMENZÓ A RECHAZAR LA INTERVENCIÓN ESTATAL, LO CUAL SE MANIFESTÓ POR LA COMBINACIÓN DE ESTANCAMIENTO CON INFLACIÓN: LA “ESTANFLACIÓN”


                Mientras que durante la crisis del 30 el estancamiento se combinó con deflación, desde 1971, al desaparecer la convertibilidad del dólar respecto al oro, se perdió la última vinculación del encaje metálico de la moneda. Se abrió un período de libertad para la emisión de dólares, los cuales financiaron la guerra de Vietnam y el desarrollo de las transnacionales. La consecuencia: una inflación brutal, que se combinó con altos DÉFICIT FISCALES para sostener los altos gastos sociales y una gran cantidad de empleados públicos. Esto derivó en DESEMPLEO Y SUBEMPLEO, RECESIÓN, DERRUMBE DE LAS BOLSAS Y QUIEBRAS BANCARIAS. En el Tercer Mundo comenzó a crecer enormemente la DEUDA EXTERNA.
                Para los liberales, la causa de todo esto fue la intromisión del Estado en el mercado. Desde la Universidad de Chicago, el llamado NEOLIBERALISMO comenzó a pregonar la restricción de la emisión de moneda para frenar la inflación. Según Friedrich Hayek la defensa de la justicia social emprendida por el Estado de Bienestar es totalitaria y antidemocrática, y si se deja actuar al Estado, éste pronto abarcará todos los ámbitos de nuestras vidas, limitando las libertades individuales. De todas formas, no se trata de un “gobierno mínimo” sino de que “…el Estado debe poder hacer uso de sus facultades recaudatorias para proporcionar ciertos servicios que el mercado no puede (…) ofrecer”.


PARA LOS LIBERALES LA INTERVENCIÓN ESTATAL COLAPSÓ LAS ECONOMÍAS CAPITALISTAS Y PUSO EN RIESGO LA ESTABILIDAD DE LAS DEMOCRACIAS


                El cuadro de desempleo, inflación, estancamiento y conflicto social llevó a algunos autores a fines de los ´60 a pensar que se trataba de una CRISIS DEL CAPITALISMO.
                Jürgen HABERMAS planteó en 1973 que se trataba de una crisis sistémica y de la incapacidad del Estado para controlar al mercado. Era, según este autor, de una CRISIS DE OUTPUTS[9], ORIGINADA EN LA TENDENCIA DECRECIENTE DE LA TASA DE Ganancia.
                Por otra parte, la intervención estatal en el mercado creó una CRISIS DE LEGITIMIDAD en el sistema político: la relación entre las clases se politizó, de modo que la dominación de clases no puedo seguir imponiéndose exclusivamente bajo la forma anónima de la ley del valor. Con el Estado de Bienestar, la producción de plusvalía relativa para alimentar al capitalismo pasó a depender del Estado, lo que hizo que el Estado tuviera legitimidad mientras cumpliera con las políticas sociales pactadas y la perdiera cuando saliera a la luz el conflicto social, quedando al desnudo la naturaleza clasista del propio Estado (y la falsedad de su aparente neutralidad frente a la lucha de clases).
                Claus OFFE, en tanto, sostuvo que la “crisis” política del capitalismo es una “crisis en el manejo de la crisis”, esto es, la incapacidad del Estado para estabilizar al sistema.
                El capitalismo se caracteriza por el hecho de que, aunque la distribución de la propiedad sea desigual, el intercambio es universal. De ello, los autores interpretan que los subsistemas de normas (ideológico) y político se subordinan al económico. Sin embargo, la economía necesita de la ideología y la política (los “subsistemas flanqueadores”) para su propia reproducción, en una relación positiva. Si esos subsistemas deben intervenir para corregir contradicciones internas del sistema económico (el proceso de intercambio capitalista, la contradicción entre la apropiación privada y la producción socializada), esa relación positiva se altera.
                Una de las funciones del Estado capitalista es la de reconciliar a la economía capitalista “organizada privadamente” (se produce para el beneficio privado) y la socialización que el capitalismo produce para su reproducción (se produce por medio del conjunto de la sociedad y no por medio de un interés privado).


PARA OFFE “EL Estado de Bienestar ES UN CONJUNTO DE instituciones políticas Y ADMINISTRATIVAS QUE TIENEN POR OBJETO LEGITIMAR EL modo de producción capitalista SOCIALIZANDO AL CONJUNTO DE SUS MIEMBROS”. HAY CRISIS CUANDO EL Estado capitalista NO PUEDE ARMONIZAR EL sistema ECONÓMICO CON LAS DEMANDAS SOCIALES


                Uno de los problemas permanentes del Estado de Bienestar es el fiscal: constantemente se endeuda para sostener el gasto social que le permita legitimar la ganancia capitalista ante los ojos de las mayorías no propietarias. Esto puede funcionar durante un tiempo, pero el creciente aumento de los gastos y por ende del déficit termina por ser incompatible con la ganancia de los capitalistas. Cuando por esto mismo el Estado reduce el gasto, se deslegitima ante el conjunto de la sociedad.


OFFE SOSTIENE QUE, DADO QUE EL ESTADO DEPENDE DE LA RENTABILIDAD QUE OBTENGA LA CLASE CAPITALISTA PARA OBTENER RECURSOS PARA FINANCIAR LAS POLÍTICAS SOCIALES NECESARIAS PARA LEGITIMAR AL SISTEMA, EL ESTADO TERMINA POR PERDER IMPARCIALIDAD (QUEDA EN EVIDENCIA SU NATURALEZA CAPITALISTA) Y POR ENDE SU LEGITIMIDAD FRENTE A LOS CIUDADANOS, LO QUE PUEDE LLEVAR AL HUNDIMIENTO DEL PROPIO CAPITALISMO


5. El retiro estatal del ámbito del mercado: el neoliberalismo

                La inflación, el estancamiento económico y el caos político y social que se impuso desde mediados de la década del ´70 provocó la REACCIÓN ULTRALIBERAL CONTRA LOS CONTROLES ECONÓMICOS.





COMENZABA LA ERA DEL NEOLIBERALISMO: RETROCESO DEL ESTADO, LIMITACIÓN DE LA EMISIÓN MONETARIA, PRIVATIZACIONES, DRÁSTICA REDUCCIÓN DEL GASTO FISCAL
               

                Los pioneros del modelo que abandonó el keynesianismo fueron los gobiernos conservadores de Margaret Thatcher en Gran Bretaña y Ronald Reagan en EE.UU., quienes entendieron que los servicios estatales gratuitos para los sectores de menos recursos no podían seguir financiándose con emisión de moneda porque ello llevaba al déficit fiscal y la inflación. La cantidad de moneda emitida debía ser, desde entonces, proporcional al volumen de transacciones económicas, aún al costo de generar recesión, caída del consumo y desempleo. También resultarían perjudicados aquellos grupos de poder privilegiados por las políticas intervencionistas. Por otra parte, las empresas nacionalizadas debían volver a la esfera privada.

6. Repensando una relación


PARA ABAL MEDINA Y BARROETAVEÑA, ENTRE ESTADO Y MERCADO NO DEBE HABER PREDOMINIO DE UNO SOBRE EL OTRO SINO INTERDEPENDENCIA


                El Estado necesita que el mercado funcione porque de allí extrae, por medio de impuestos, los recursos para su propio funcionamiento. “Por eso un Estado capitalista, como lo son todas las democracias, debe necesariamente garantizar un marco institucional que permita la rentabilidad económica”[10]. Esto no implica que el Estado garantiza la plusvalía sino un marco de normas bajo el cual la acumulación de capital se concrete y reproduzca por medio del intercambio privado, otorgando el Estado la seguridad jurídica, la infraestructura económico-social, la estabilidad institucional y políticas fiscales, monetarias y administrativas responsables necesarias para ello[11].
                Después del colapso del keynesianismo ya no es posible abusar de políticas monetarias y fiscales irresponsables. En función de ello, los autores adhieren a una “concepción democrática de respeto a las minorías” y al planteo de Przaworski de que “Sin el excedente generado por los empresarios capitalistas, el Estado se convierte en una empresa inviable”.
                Claro que también hay que poner un freno, dicen los autores, a ciertos actores del mercado que pretenden, por medio del lobby,  privilegios del Estado para obtener más ganancias, lo cual perjudica a la sociedad y se opone a la ética pública[12].
                En definitiva, para estos autores lo esencial en la relación entre Estado y mercado, como ámbito en el que deben actuar las democracias capitalistas, es lo siguiente:


“EL PRIMERO NO PODRÁ INICIAR POLÍTICAS QUE AFECTEN LA RENTABILIDAD DE LOS EMPRESARIOS CAPITALISTAS, YA QUE CON ESTO AFECTARÍA NO SÓLO LA FINANCIACIÓN DEL APARATO ESTATAL SINO TAMBIÉN SU GOBERNABILIDAD, POR MÁS QUE SE BUSQUEN JUSTIFICACIONES DEMOCRÁTICAS “MAYORITARISTAS”. POR SU PARTE, EL SEGUNDO NO PODRÁ INDUCIR AL PRIMEROI A ALTERAR LAS NORMAS NI A ESTABLECER NUEVAS CUANDO ÉSTAS AFECTEN AL CONJUNTO DE LA SOCIEDAD; ASÍ SE ELIMINARÍA LA OBTENCIÓN DE PRIVILEGIOS PRIVADOS”


               
               
               







[1] Esto es sólo relativamente cierto: por ejemplo, cualquier cambio de poder comienza por la toma física de la casa de Gobierno.
[2] Lo que los autores no entienden es que Marx está haciendo ex profeso una simplificación. ¡Pero cuán cerca de la realidad está!
[3] Dos errores fatales: 1- los conflictos no se producen ni primaria ni esencialmente en el seno del Estado y, 2- esos “conflictos” no son entre meros “grupos” sino una lucha de clases, que es la expresión que estos autores quisieran borrar del léxico científico.
[4] Lo cual es una completa mistificación del rol “neutral” del Estado frente a las diferencias sociales.
[5] Es decir que el origen de la explotación no está en el mercado sino en la producción.
[6] Esto es completamente falso: el marxismo no propone que el Estado “participe en la economía” sino la destrucción del Estado burgués (dictadura de la burguesía) y su reemplazo por la dictadura del proletariado. Es preocupante que textos académicos como éste aborden cuestionen teóricas de una manera tan ligera.
[7] Las inexactitudes y tergiversaciones continúan: la URSS abandonó al marxismo tras la muerte de Lenin y adoptó el stalinismo, ideología de la burocracia en el poder. También es falso que la revolución impulsada por los marxistas sea “en contra de las democracias occidentales”: la revolución es contra el capitalismo. La democracia es un régimen político (y por lo tanto una de las formas que asume la organización política del Estado, máquina de opresión y generación de hegemonía) que encubre la dictadura del capital en el ámbito de la producción bajo el manto de la igualdad ciudadana.
[8] Nótese la diferencia: el marxismo se opone al capitalismo mientras que los nazis, por ejemplo, eran férreos defensores de éste.
[9] Outputs (teoría de sistemas): Según D. Easton, los outputs son salidas o productos del sistema político resultantes de la conversión en el mismo de determinados inputs o insumos. Estos productos pueden provocar cambios en el medio externo afectando a su vez al sistema político –fenómeno que se denomina retroalimentación-.


[10] Primero: es falso que “todas las democracias” se den en un Estado capitalista. Las democracias del capitalismo son democracias burguesas. Pero bajo la dirección de la clase trabajadora puede existir una democracia obrera, que es la denominación más popular de lo que Marx llamó “dictadura del proletariado”. Eso en primer lugar. Segundo: si el Estado y la democracia capitalistas deben garantizar las condiciones que permitan la rentabilidad del capital, ¿por qué tanto empeño en estos autores para presentar al Estado como neutral frente a la lucha de clases? A la larga, vemos que se impone aquel viejo apotegma: a confesión de partes…relevo de pruebas.
[11] Por ello, cuando los políticos burgueses hablan de “garantizar la estabilidad de las instituciones” lo que están diciendo es “defendamos al capitalismo”.
[12] Curiosa “ética” que legitima la explotación de una minoría explotadora por sobre una mayoría explotada en nombre de la “democracia” y la “igualdad”.

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